lunes, 1 de septiembre de 2014

DIA 2. CONOCIENDO COLONIA

Sábado, 10 de Mayo.

Hoy hemos quedado a las 10h para ir a visitar Colonia con nuestro guía particular :) 

Antes de comenzar decir que en Colonia hay 12 iglesias románicas, de entre los siglos X-XIII, pero que fueron reconstruidas después de la II Guerra Mundial, ya que Colonia quedó muy afectada tras los bombardeos.  

Más información de las 12 iglesias románicas --> http://www.romanische-kirchen-koeln.de

El recorrido lo empezamos por la Iglesia de St. Agnes, que teníamos cerca del hotel, y era una zona a la que no volveríamos. Es la segunda iglesia más grande de Colonia y se construyó en el 1895, con una torre de 60 metros de altura. 

La siguiente parada fue camino del centro, en  una de las 12 iglesias románicas de Colonia; la iglesia de St. Úrsula, construida sobre un antiguo cementerio romano, donde se dice que estaban enterradas las once mil vírgenes tal y como cuenta la leyenda de Santa Úrsula. 

Dentro de la iglesia se puede visitar la Cámara dorada (1643), previo pago de 2 eur., en la podemos ver bustos relicarios que datan de los s.XIV y s.XVII, y los "supuestos huesos" de las once mil vírgenes que acompañaban a Santa Úrsula, con los que decoran las paredes de la sala e incluso hay algún escrito con ellos. 





Y tan solo a unos pasos de la catedral, nos encontramos con otra iglesia románica, la Iglesia de St. Andreas, del s.X. En la cripta de la iglesia hay un sarcófago con los restos de Alberto Magno. 

Y de nuevo nos damos de frente con la Catedral de Colonia, de estilo gótico y con una altura de 157 metros es el monumento más visitado de Alemania. Empezó a construirse en 1248, pero no fue hasta el 1880 que se puso la última piedra. Con esto no quiero decir que estuvieran todos estos años trabajando en la Catedral, sino que en 1560 se detuvieron las obras por falta de fondos, y en 1842 cuando se encontraron los planos originales se retomó la construcción. Durante la II Guerra Mundial, aunque sufrió daños, la catedral fue lo único que se mantuvo en pie.


Entramos en la Catedral (la entrada es gratuita) y aunque no pudimos hacer la visita completa porque era hora de misa y solo puedes ver una pequeña parte.


Al salir de la Catedral, nos dirigimos a un párquing de coches justo al lado de la Catedral, donde se encontraron ruinas de la época romana y carolingias y pudimos ver una pequeña muestra. 

El tiempo no nos acompañó mucho en Colonia, tuvimos muchos momentos con lluvia, y este era uno de ellos así que decidimos resguardarnos del agua visitando el Museo Romano-Germánico (7 euros). En el museo podemos encontrar obras arqueológicas desde la Prehistoria hasta la Edad Media de Colonia y alrededores, donde nos podemos hacer una idea de como era Colonia en la época romana y la importancia que tubo durante la Edad Media.



Cuando acabamos con nuestra visita en el museo fuimos a comer a una de las Brewery de Colonia, concretamente la Früh. Y menos mal que llevábamos a alguien que nos tradujese la carta... porque estaba todo en alemán y no entendiamos ni papa. Comimos muy bien, pedimos un plato con ensalada (que te la siven en un pequeño bol a parte) y un filete de carne con salsa. Los platos son bastante contundentes en este tipo de sitios, así que cuidado con pasarse a la hora de pedir.

  La Brewery Fruh está al lado de la calle comercial Hohe Strasse por donde caminamos  para llegar a Casa Farina, una tienda y museo de perfumes con mucha historia. En este lugar el italiano Jean Marie Farina fabricaba, desde 1709, el Agua de Colonia Original. Y es de aquí de donde viene el nombre que le damos a esta mezcla de agua con aceites esenciales, más fresca que el perfume, y lo que dio a conocer la ciudad de Colonia por toda Europa entre los siglos XVIII-XIX.

"Farina llegó a describir personalmente la fragancia del Agua de Colonia Original: «He descubierto un perfume que me hace recordar a un amanecer italiano, a narcisos de montaña, a azahares de naranjo justo después de la lluvia. Él me refresca y refuerza mis sentidos y mi fantasía» (tomado del archivo Farina. Traducción libre de una carta escrita por G. B. Farina a su hermano Bautista en 1708)."




La Casa Farina está a tan solo unos pasos del Ayuntamiento o Rathauss, un edificio renacentista y reconocido como el ayuntamiento más antiguo de Alemania. La parte más antigua es su torre, del 1407.  


Al salir del ayuntamiento pasamos por Alter Markt (mercado viejo), la plaza que da a la parte de atrás del ayuntamiento, y que está repleta de bares y cervecerías con terrazas donde parar a tomar una kolsch, por ejemplo. :)


Seguimos caminando en dirección al Rin, desde donde vemos otro de los iconos de Colonia, la iglesia románica Gross St. Martin, que comenzó a construirse en el siglo XII, con una torre de 75 metros de altura. La iglesia quedó muy afectada después de los bombardeos de la II Guerra Mundial, y después de vaarios debates sobre su si reeconstruía o se dejaba tal cual como recuerdo del horror de la guerra, volvió a abrir sus puertas en 1985 tras su reconstrucción.


Paseamos por la orilla del Rin hasta Heumarkt, antiguo centro comercial de Colonia, allí vemos la estatua ecuestre del rey Federico Guillermo III, mirando hacia lo que sería la salida de la ciudad, y se dice que está expresamente puesto de esta forma porque al parecer no era muy bien recibido en Colonia. 


Volvimos a coger la Hohestrasse, llenísima de gente que iba de compras, y todas con la misma bolsa... Primark... según nos dijeron la acababan de abrir y aquello era una locura!

Cerca de Neumarkt nos encontramos St. Aposteln, otra de las 12 iglesias románicas de Colonia, esta es del siglo IX,(aunque fundada en el siglo XI) y dedicada a los doce apóstoles.

Pasamos también por otro punto importante de la ciudad, Rudolfplatz, donde se encuentra otra puerta medieval. Punto de encuentro de mucha gente para ir a cenar, tomar algo... ya que la zona está repleta de restaurantes y cafeterías.



Pasamos de largo para llegar a Aachner Weiher, uno de los parques más grandes de Colonia, por donde paseamos a orillas del lago, y adentrándonos un poco más por los caminos, en los que te daba la sensación de haber salido completamente del bullicio que se respiraba en Rudolfplatz que lo teníamos al lado. 




Salimos del parque por el lado opuesto al que habíamos entrado para pasar por la calle Zupicher, que le da nombre al barrio donde vive la gente más joven, y conocido como el barrio latino, por el colorido y la originalidad de los bares y restaurantes. 

Después cogimos la calle en la que está la Sinagoga de Colonia, que tras ser construida en 1895, fue devastada en la II Guerra Mundial por los nazis, al igual que las otras siete sinagogas que existían en Colonia en aquella época. Esta es la única que en 1959 se volvió a reconstruir. 

Y así llegamos al Barrio Belga, donde nos metimos en uno de los tantos bares a tomarnos unos cafés y un Chai Tea Latte, el mejor que me tomé en Colonia (Herr Pimock). Estando allí vimos como la gente empezaba a cenar y la buena pinta que tenían los platos, e incluso pensamos en venir algún día si nos pillaba cerca. El Barrio Belga tiene su centro en la Brusseler Platz, un barrio con muchos cafés y restaurantes, modernos o en plan más vintage, pero todos muy cucos. La verdad que este barrio me gustó mucho. 

Una vez recuperados de tanto caminar.... menudo tute le hemos dado al cuerpo hoy... quedamos con la pareja de nuestro amigo para ir a cenar, y tras intentarlo en el sitio donde nos tenían pensado llevar (estaba a tope de gente y la espera era larga), decidieron llevarnos a otro que también conocían, el Engelbat, donde hacen unos crepes (a lo bestia) con carne picada, tomate, queso, verduras.... vamos que un poco más y salimos rodando...jejejeje

Y ya para acabar la noche fuimos a tomar unos cócteles al Fiffi's Bar, un poco alejado de la zona donde estábamos, y allí acabamos de rematar el día. 

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