martes, 22 de julio de 2014

DIA 1. LLEGADA A COLONIA. LA KOLSCH

Viernes, 9 de Mayo.

Hoy es viernes y además de ir a trabajar como un día cualquiera nos vamos a Colonia. Nuestro vuelo sale a las 17.35h, con lo que nada más terminar de trabajar nos vamos directos al aeropuerto de Girona. Nos vamos con nuestro coche y lo dejamos en un párquing low cost en el mismo aeropuerto (www.aparkivoli.cat). Por 24 eur. dejamos el coche 3 días y además te llevan y traen a la terminal (aunque están al lado...).

Sobre las 19.30h llegamos al aeropuerto de Colonia. En el mismo aeropuerto se coge un tren que te lleva en 20-30 min. hasta el centro de la ciudad (2.80 eur/billete). Estando en el tren, a punto de bajarnos comentamos... 'Bueno, a ver ahora donde está el hotel', y justo cuando para el tren, vemos nuestro hotel entre las ventanas del vagón. xDD Más fácil imposible. 

Hacemos el check in en nuestro hotel, nos acomodamos y salimos en busca de algún sitio para cenar, nuestro amigo no viene hasta las 23-24h, y tenemos que hacer tiempo. 
Cerca del hotel nos encontramos con la Eigelstein-Torburg, una de las puertas medievales que daban entrada a la ciudad de Colonia. En ese mismo sitio, ahora hay una plaza con restaurantes y heladerías, miramos los menús, y como todo estaba en alemán, al final decidimos meternos en un itialiano, que seguramente algo entenderíamos... jejeje Y bueno, pedimos un poco al azar, porque no tenían carta en inglés, pero lo que si entendíamos era insalata cesar y pizza prosciutto e funghi. ;) El sitio nos gustó, comimos muy bien.

Al acabar de cenar, estábamos cansados y volvimos al hotel a esperar a que vienese a buscarnos nuestro amigo, sobre las 24h, y con él nos fuimos a tomar nuestras primeras Kolsch!!! Qué ricas!! La Kolsch es la cerveza local de Colonia, y en la ciudad hay varias fábricas de Kolsch (Brauerei) donde se puede ir a comer la comida típica de Colonia.




Antes de sentarnos a tomar las Kolsch, pasamos por primera vez por la GRAN Catedral de Colonia, donde yo me quedé impresionada al encontrarme frente a mi esta gran obra de arte. Hay que estar ahí para sentirte como una hormiguita delante de la catedral, es enorme.


Volviendo al tema de las Kolsch, hay que tener en cuenta que cuando te ven el vaso vacío, te vuelven a traer otra... hasta que nosotros no pongamos el posavaso encima de nuestro vaso no nos pararan de traer cervezas. 

Y así, con unas Kolsch en el cuerpo nos volvemos para el hotel, a descansar para el día siguiente que será intenso....


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