Nos levantamos temprano y por fin el sol salía
con ganas. Decidimos ir a la parte de la Alameda, que lo teníamos al lado del
hotel, a desayunar.
El día era estupendo y decidimos ir a pasear por la basílica de la Macarena, y las murallas.
Paseo de la Alameda
|
Basilica de la Macarena |
Murallas |
Para el mediodía volvimos al barrio de Santa Cruz,
esta vez sin el dichoso paraguas que no te deja contemplar la belleza de las
calles. Y tras recorrer varios callejones, fuimos a los jardines de Murillo, a
descansar a la sombra de sus enormes ficus.
Una vez descansados, nos fuimos directos para el Real Alcazar, lo que nos llevó toda la tarde (a las 19h cierran el recinto del Alcazar). Cerca de la Catedral de Sevilla se encuentra este precioso lugar que agrupa varios palacios, de estilo mudéjar y gótico y los enormes jardines.
Al salir, nos encontramos con mucha gente apelotonada
a las puertas de la Catedral de Sevilla, y es que estaba a punto de salir en
procesión la virgen con motivo del primer fin de semana de mayo, según nos
contaron. Nos esperamos hasta que vimos salir a la virgen y luego nos fuimos
hacia La Torre del Oro. Nos sentamos a la orilla del Guadalquivir, y a
disfrutar del atardecer sevillano…
Para cenar volvimos a Triana, al Bar las Golondrinas,
y pronto al hotel, pues estábamos agotadísimos.
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