martes, 3 de febrero de 2015

DIA 8. RUTA 66: SELIGMAN Y KINGMAN. CHLORIDE, HOOVER DAM Y LAS VEGAS.

19 de Agosto de 2014.

Anoche, antes de irnos a dormir, estuvimos reorganizando la ruta del día de hoy. Y es que, como ayer no pudimos cumplir con nuestro itinerario previsto decidimos que retrocederíamos hasta Seligman, y retomar la ruta del día anterior. El plan que teníamos para hoy era bastante tranquilo, llegar a Las Vegas haciendo alguna parada y reencontrarnos con más amigos que habían hecho un viaje similar al nuestro.

Para llegar a Seligman, vamos por la autopista y en una hora y media nos plantamos allí.
Seligman, es un pueblo muy pequeño, en el que la histórica ruta 66 es la calle principal. Aquí vimos muchos coches clásicos, y algunos como los de la película "Cars"



El tiempo seguía sin acompañarnos demasiado... pero almenos no nos llovía...





Aprovechamos para tomarnos unos batidos en Road Runner, una tienda de souvenirs en la que tienen un rinconcito para tomar un café, batido, sandwiches.... 

Seguimos nuestro camino por la Ruta 66, queríamos hacer parada en Peach Springs, el pueblo en el que se inspiraron para hacer la película "Cars", pero la verdad es que nos lo pasamos sin darnos cuenta, y tampoco estaba en nuestras paradas obligatorias, así que continuamos hasta la Hackberry General Store
Nosotros no vimos indicaciones para llegar, pero tal como ibamos dirección hacia Kingman nos lo encontramos a nuestra derecha. 

La Hackberry General Store sí que merece una parada obligatoria. Un lugar curioso, raro, antiguo, fotogénico... En realidad no deja de ser una tienda de souvenirs y museo conmemorando lo que fue la Ruta 66. 


Interior de la Hackberry General Store


Billetes en el techo de todas partes


Vistas desde fuera

Alrededor de lo que es la tienda hay varios surtidores de gasolina de la época, y coches antiguos por todos lados, algunos simulando estar en el taller...








Estando en la puerta, mientras hacíamos fotos, empezó a soplar un fuerte viento y el cielo se tornó de color marrón, como si fuese un "minitornado". Fue un momento para no olvidar, en aquel entorno tan especial... 


Cogemos el coche de nuevo hasta llegar a Kingman, donde teníamos planeado comer en el Mr.DZ Route 66 Diner, ya que habíamos leído muy buenas críticas de sus hamburguesas. Y sí, es cierto, hacen unas hamburguesas y unos batidos de muerte. Nosotros probamos el batido de Oreo y... mmm qué bueno estaba!!


En Kingman se encuentra la famosa Locomotora de Santa Fé, que nosotros tan sólo la vimos desde el coche, nos pudo la gula por entrar al Mr. D'Z y cuando salimos ni nos acordamos de volver! 

Y ahora sí, toca despedirnos de la Ruta 66 para desviarnos hacia Las Vegas. Pero antes, tenemos unas paradas programadas.

La primera parada es en Chloride, un pueblo fantasma en el condado de Mojave, que en sus orígenes fue un pueblo minero que alcanzó hasta los 5.000 habitantes y tras la fiebre del oro se fue quedando inhóspito, hasta convertirse en poblado fantasma. 

Lo que aquí encontramos es un poblado del oeste, como el que habremos visto en cualquier película de West, con su Saloon, Bank, etc...


Chloride, pueblo fantasma.

Y no podía faltar la gasolinera con esos surtidores tan característicos...



Seguimos y paramos a ver la Presa Hoover (Hoover Dam), en la frontera entre Nevada y Arizona, realmente el río Colorado es el que traza la linea de la frontera en este punto. 

Aquí vimos que había párquing de pago, pero nosotros lo dejamos en uno que era gratis, aunque hay que andar con ojo, porque vimos que la policía estaba al acecho para poner multas, y hay que mirar bien donde estamos dejando el coche.

Al salir de la Hoover Dam, vimos una indicación hacia un mirador, al que nos acercamos para contemplar estas magníficas vistas del lago que se forma con la presa. 


Ya casi anocheciendo, paramos a hacer una pequeña compra en un super  antes de llegar a Las Vegas y que los precios se nos disparasen. 
Fue un acierto llegar a Las Vegas de noche, ya que cuando vas por la autopista, impresiona ver a lo lejos, en medio de la nada, como brillan las luces y neones de la ciudad. Guauuuu!!! Qué pasada!!!

Pues bien, llegamos a Las Vegas, y hacemos el check-in en nuestro hotel, que en nuestro caso elegimos el Flamingo, un clásico. Lo elegimos por estar bien situado, en el centro de Las Vegas Strip, y por ser de los más económicos. Además que estábamos cerca del que se alojaban el resto de amigos, en el Cesar's Palace. 

Salimos al encuentro con el resto del grupo, fue raro encontrarnos todos a tantos kilómetros, para cenar y tomarnos nuestras primeras copas en Las Vegas (y a asustarnos con los precios: 1 cerveza = 7$).




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